Continuamos con nuestra sección dedicada a la historia de la bicicleta, después del primer capítulo dedicado a la draisiana. Hoy hablamos del velocípedo de los hermanos Michaux.
Los hermanos Michaux, vivían en París dedicados a la construcción de carrozas. Uno de ellos tuvo la idea de añadir a la draisiana unos reposapiés. Rápidamente se convirtieron en manivelas para accionar sobre la rueda de delante, considerando algunos a los hermanos Michaux los creadores de la bicicleta. Otros historiadores consideran que el creador de la bicicleta podría ser Pierre Lallement o también Kirkpatrick Macmillan. Poco a poco desarrollando esta idea terminó con la aplicación de los pedales en la rueda delantera. En 1864 la empresa tuvo que expandirse porque ya vendían 250 de estos vehículos en Francia y el extranjero.
Muy característico del velocípedo de estos hermanos era la forma del cuadro llamada de arco de serpentina o cuello de cisne. Fabricados con acero fundido con el uso del vehículo se hizo evidente que el diseño del cuadro no era lo suficientemente robusto. Estos velocípedos eran vehículos en los que los detalles estaban muy cuidados. Tenían freno en la rueda de atrás con mando desde el manillar, asiento portante y regulable, pedales con contrapeso para que queden siempre en posición adecuada eran algunos de los detalles de este vehículo y radios de hierro para las ruedas.
Historia de la empresa
Después de la exposición Universal de 1867 que consagró el éxito comercial de este vehículo, los hermanos Michaux se asociaron con los hermanos Olivier. Estos ya tenían licencia para la fabricación de este velocípedo, y un año después les vendían su parte de la empresa los hermanos Michaux pasándose a llamar Compagnie parisienne anciennement maison Michaux. En vísperas de la guerra de 1870 esta empresa contaba con 300 trabajadores y un taller en San Petersburgo. Pero tras la guerra y la crisis bancaria de 1873, la empresa tuvo que disolverse.